LECCIÓN 3: EL MISTERIO DE LA SALVACIÓN (Ef 2:1-10)

I. LA CONDICIÓN DE LOS EFESIOS ANTES DE SER SALVOS (Efesios 2:1-3) A. Eran esclavos de Satanás (2:1,2)
La condición de los efesios antes de conocer a Cristo era patética: “Estaban muertos”. La palabra “muertos” connota dos ideas: una, “sin vida”, “insensibles”. En el caso de los efesios era una situación de completa insensibilidad e interés hacia las cosas de Dios. La otra idea es de “separación”. La expresión “muertos en delitos y pecados”, aparte de la connotación espiritual que conlleva, sugiere la caída y el fracaso moral de los efesios. La condición era por demás irremediable, ya que estaban bajo 1) la esclavitud de sus propios deseos pecaminosos, 2) las fuerzas del mundo perverso en el cual vivían, y 3) el poder del príncipe de este mundo (v. 2).


B. Eran esclavos de la carne (2:3)

Conviene enumerar las tristes realidades mencionadas en el v.3. 1) Los judíos, entre ellos el apóstol, se encontraban en la precaria suerte de los gentiles; 2) hacían los deseos de la carne; 3) hacían la voluntad de la carne; 4) hacían los deseos de sus pensamientos; 5) eran, por naturaleza, hijos de ira, al igual que todos (los gentiles). Por causa de este mal inherente en todo ser humano, los pensamientos y las intenciones están pervertidos; en lugar de ser espirituales son “carnales”. Lo dramático de esta realidad es que nadie puede liberarse de esta situación. Tanto las buenas intenciones como las religiones, la educación y las buenas obras son impotentes para producir la libertad ansiada.

II. LA CONDICIÓN DE LOS EFESIOS AL CONOCER A CRISTO (Efesios 2:4-7)

A. Recibieron vida espiritual (2:4,5)

Después de haber descrito el apóstol la condición del ser humano cuando no tiene a Cristo, procede a describir la intervención de Dios. ¿Qué se podía esperar de un Dios contra el cual se había pecado deliberada e ininterrumpidamente? Juicio, ira, castigo. ¡Nada de eso menciona el apóstol! De los vv. 4 al 7 menciona los cuatro atributos que movieron a Dios a favor de la humanidad. Ahora, ¿qué significa haber recibido vida después de haber estado muertos, y qué clase de vida es ésta? Es la vida de Dios que se confiere en el nuevo nacimiento, que ocurre cuando el Espíritu Santo viene a la persona (Juan 3:7).

B. Fueron puestos en lugares celestiales (2:6,7)

El v. 6 habla de dos acciones divinas: 1) “nos resucitó”, y 2) “nos hizo sentar en los lugares celestiales”. Así como el Padre, primero le dio vida a Cristo en el sepulcro, y después lo sacó victorioso, de la misma manera a los creyentes les da vida espiritual. En la resurrección de Lázaro Cristo exclamó: “¡Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43). Cristo le dio la vida pero no para que se quedara con ella en la tumba. Una vez resucitado, teniendo las manos y los pies atados, Cristo ordenó que lo desataran, porque la vida que Cristo da no debe ni puede estar limitada por ningún estorbo; no se puede esconder sino que tiene que manifestarse por medio de acciones que contrastan la muerte del pasado con la vida del presente.

  III. LA GRACIA DE DIOS (Efesios 2:8-10)

A. Es la causa de la salvación (2:8,9)

En este pasaje Pablo enfatiza el tema de la gracia de Dios. Por gracia se entiende “un favor no merecido”. De manera que la causa original de la salvación es la gracia de Dios. Por medio de ella Dios le ofrece al ser humano un medio de salvación, sin que éste se lo haya pedido. Pero, además de esa causa original, Pablo dice que Dios proveyó la causa instrumental, esto es, la fe. Y añade: “y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (v. 8). Tanto la palabra “gracia” como “fe” son del género femenino en el idioma griego, mientras que “esto” (“y esto no de vosotros”) está en el género neutro, lo que significa que no se refiere exclusivamente a la fe o a la gracia sino a todo el plan de salvación.

B. Produce en el cristiano buenas obras (2:10)

Nótese que en el v. 10 Pablo describe a los cristianos como “hechura suya” (de Dios). ¿Y qué significa que los cristianos sean “hechura de Dios”? La respuesta se encuentra en las palabras que siguen en el v. 10: “creados en Cristo Jesús para buenas obras”. El versículo cierra con una afirmación que es imposible de entender humanamente. Veamos la secuencia: los cristianos son hechura de Dios, su nueva creación; la nueva creación ocurre gracias a los méritos de Cristo en la cruz; el propósito por el cual Dios ha creado este nuevo pueblo es para que ande en buenas obras, y estas buenas obras no son resultado de la conversión sino que existen de antemano.

RESUMEN GENERAL DE LA LECCIÓN

A fin de que tenga un cuadro más vívido de lo que Efesios 2:1-10 trata, se resumirán sus puntos principales en formas de bosquejo: 1) La vida pasada de los efesios, que representa la de todo inconverso; 2) Las acciones divinas en Cristo Jesús; 3) Las fuerzas e instrumentos del mal; 4) Los atributos divinos por los cuales se logra la salvación; 5) Las experiencias que el creyente tiene juntamente con Cristo: a) “Nos dio vida juntamente con Cristo” (v. 5); b) “juntamente con él nos resucitó” (v. 6); y c) “asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (v. 6).

Como se puede ver en el pasaje que estudiamos, el hombre no quiere que Dios lo salve: ¡quiere salvarse a sí mismo para tener la arrogancia de decir que contribuyó con algo! Todo este embrollo religioso Pablo lo desenreda indicando que el hombre no puede aportar nada a su salvación, por la sencilla razón de que está muerto. Para que sea salvo, entonces, Dios le da vida, lo resucita, le concede su gracia, le brinda su fe para que crea, y obtenga así la salvación. Todo porque Dios es misericordia, amor, gracia y bondad. ¡Sólo a Él sea la toda la gloria!

PREGUNTAS

1.- Efesios 2:1-10 consta de tres divisiones: ¿cuál es la primera, la cual se encuentra en los vv. 1-3?

2.- En el versículo 3 se mencionan 5 tristes realidades del hombre sin Dios; ¿cuál es la tercera?

3.- ¿Cuál es la clase de vida que el hombre recibe en el nuevo nacimiento?

4.- ¿Cuál es la causa original de la salvación?

5.- ¿Por qué el hombre no quiere que Dios lo salve?
  
LECTURAS DEVOCIONALES DIARIAS

Lunes:Virtudes del cristiano (Mateo 5:1-16)

Martes: La ley del amor (Mateo 5:38-48)

Miércoles: La oración y el perdón (Mateo 6:5-15)

Jueves: La conducta cristiana (Romanos 12:9-21)

Viernes: El error de juzgar a los hermanos (Romanos 14)

Sábado: Debemos seguir el ejemplo de Cristo (Romanos 15:1-13).