LECCIÓN 08: PABLO PRUEBA QUE AMA A DIOS (Fil 3:1-12)
I. ADVERTENCIAS DE PABLO A LOS FILIPENSES (Filipenses 3:1-4)
A. Que se cuiden de los falsos ministros (3:1,2)
En el v.1 Pablo exhorta a los filipenses a que se gocen; pero en el v.2 cambia bruscamente el tono de lo que dice: les insta a que se cuiden de los maestros judaizantes. Hay comentaristas de la Biblia que creen que estos falsos maestros eran sencillamente judíos que no tenían nada que ver con el cristianismo; que el propósito de ellos era hacer de los cristianos prosélitos del judaísmo. Pero, es preferible creer, ya que la evidencia así lo señala, que eran judíos convertidos al cristianismo, pero que deseaban mantener la observancia de ciertos ritos de la ley mosaica, entre ellos: la circuncisión, la observancia del sábado, ciertos días especiales, y ciertas dietas culinarias.
B. Que comprendan que los cristianos son el verdadero pueblo de Dios (3:3,4)
Los judíos llamaban “perros” a los gentiles; pero aquí Pablo les devuelve el apelativo a los judaizantes. Su razonamiento era: “Si vamos al caso, ellos, los judaizantes son en realidad los “perros”, porque los que hemos recibido el evangelio somo el verdadero Israel”. Y esto lo confirma con el v.3 cuando dice: “Porque nosotros somos la circuncisión, los que en Espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús”.
II. PABLO, ANTES Y DESPUÉS DE SER SALVO (Filipenses 3:5-8)
A. Un judío legalista (3:5,6)
El v.4 contiene unas palabras que pudieran haber sido consideradas audaces por los judíos de ese entonces: “Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más”, y luego presenta siete áreas con las cuales prueba su fidelidad al judaísmo antes de conocer a Cristo. Había sido circuncidado al octavo día. Con la expresión “del linaje de Israel” da a entender que su genealogía se podía trazar hasta el mismo patriarca Israel. Otra razón para sentirse orgulloso era que pertenecía a la tribu de Benjamín. Y la otra causa de sumo orgullo para Pablo era que pertenecía a la secta religiosa más estricta y conservadora de Israel: los fariseos. Pero, delante de Dios, ¡Nada de esto servía para ser salvo!
B. Un devoto seguidor de Jesús (3:7,8)
En el v.7 Pablo utiliza los términos “ganancia” y “pérdida”, que eran muy comunes en el mundo comercial de ese entonces. Todo negocio lleva un libro donde por un lado se asientan las entradas, y por el otro las salidas. Pues bien, en la figura de contabilidad que utiliza Pablo, abre sus libros para mostrar que todo aquello que tenía del lado de la ganancia, fue puesto en el lado de la pérdida. Se dio cuenta que en la antigua balanza romana no había peso suficiente que se pudiera colocar en el platillo del orgullo personal que estuviese en el mismo nivel con el de Jesucristo. Por consiguiente, había desechado todo como una pérdida colectiva, sin dejar algo para casos de emergencia.
III. LOS DESEOS DE PABLO (Filipenses 3:9-12)
A. Ser hallado en Cristo (3:9,10)
En el segmento anterior hablamos de las cosas del pasado que en el apóstol podrían haber producido orgullo. ¿Y qué del momento presente: sus triunfos en el ministerio, sus experiencias ministeriales y los milagros divinos realizados a través de él? Para Pablo todo era una pérdida, basura, algo que no podía ponerse al lado de “la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús”. Para él, ese “conocimiento” se refiere a mucho más que la adquisición de datos acerca de la persona de Cristo. Implica: lealtad, arrepentimiento, amor, veneración, sumisión, servicio y obediencia incondicional. Ahora, ¿Qué quiere decir con las palabras: “por amor del cual lo he perdido todo”? Indudablemente que sus posesiones materiales habían sido confiscadas por las autoridades judías; lo mismo sus privilegios como miembro de la secta de los fariseos y como probable miembro del sanedrín: todo se había acabado... ¡Por amor a Cristo!
B. Alcanzar lo que le esperaba (3:11,12)
Desde el v.9 hasta el 12 Pablo menciona una serie de cosas que deseaba alcanzar: 1) ser hallado en Cristo (v.9). La idea aquí es que cuando la muerte lo sorprendiera, fuese encontrado en Cristo (véase 1 Corintios 9:26,27). 2) Poseer la justicia que es por la fe en Cristo (v.9) y no sus supuestas ventajas como judío. 3) Conocer a Cristo (v.10). Lo admirable es que Pablo, quien tuvo tantas experiencias sublimes, ¡Todavía tenía el deseo de conocer mejor a Cristo! 4) Asir aquello para lo que fue asido por Cristo (v.12). Pablo miraba su vida con la firme convicción de que Cristo lo había alcanzado con un propósito definido. 5) Participar en sus padecimientos (v.10); 6) Llegar a ser semejante a Cristo en su muerte (v.10).
RESUMEN GENERAL DE LA LECCIÓN
En el pasaje que estudiamos vimos que el apóstol empieza exhortando a los filipenses a que se gocen en el Señor. Esto es importante, especialmente cuando uno toma en consideración que él se encontraba encadenado a un soldado en Roma. De manera brusca e inesperada, el apóstol cambia de tema para referirse al caso de los judaizantes. Estos eran con toda probabilidad judíos convertidos al cristianismo los cuales pensaban que para ser salvo, además de la fe en Cristo, se necesitaba la observancia de la ley de Moisés. Pablo, indignado les llama en el v.2 “perros”, “malos obreros” y “mutiladores del cuerpo”. Los judaizantes fundamentaban sus pretensiones diciendo que ellos sí eran verdaderos israelitas. Pablo los rebate mostrando que si alguien podía ser considerado un verdadero israelita, era él, y presenta pruebas. Pero, una vez dadas sus razones, se apresura a decir que todo lo consideraba como basura (estiércol) frente al conocimiento de Cristo Jesús. ¡Qué así sea en la vida de cada uno de nosotros!
PREGUNTAS
1.Anote las dos situaciones que preocupaban a Pablo, razones por las que escribió Filipenses 2.Básicamente, ¿en qué insistían los judaizantes? 3.¿A qué secta religiosa pertenecía el apóstol Pablo? 4.¿Qué implica conocer la persona de Cristo? 5.¿Hasta qué punto quería el apóstol llegar a ser “semejante a Cristo?”
LECTURAS DEVOCIONALES DIARIAS
Lunes: Enoc, el hombre que caminó con Dios (Génesis 5:1-24) Martes: Noé, el hombre fiel en medio de la maldad (Génesis 6:1-22) Miércoles: Abraham, el hombre que creyó a Dios (Génesis 15:1-21) Jueves: Rahab, la mujer que salvó a los suyos (Josué 2:1-21) Viernes: Dorcas, la mujer conocida por sus obras (Hechos 9:36-43) Sábado: Priscila, la mujer que aconsejó a un ministro de Dios (Hechos 18:18-28)
